La detección en Argentina de los primeros casos del subclado K de la influenza A (H3N2) volvió a encender las alertas del sistema sanitario y puso nuevamente en escena a un viejo conocido: el oseltamivir, un antiviral que había tenido un rol central durante la pandemia de gripe A de 2009.

La confirmación de tres contagios de esta variante -también denominada “supergripe” por su mayor capacidad de transmisión- se produjo en un escenario inusual, marcado por una baja circulación general de virus respiratorios. El hallazgo fue informado en el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) del Ministerio de Salud de la Nación, que destacó la importancia de la vigilancia genómica y del tratamiento oportuno en pacientes con mayor riesgo.

“Preocuparse, sí; alarmarse, no”: qué tener en cuenta ante los primeros casos de gripe A H3N2 en Argentina

Según detallaron las autoridades sanitarias, el oseltamivir puede ser una herramienta terapéutica complementaria a la vacunación antigripal, especialmente en personas con enfermedades preexistentes, adultos mayores, niños pequeños y pacientes inmunocomprometidos. El medicamento pertenece al grupo de los inhibidores de la neuraminidasa y actúa bloqueando la liberación del virus dentro del organismo.

Desde el Ministerio aclararon que su mayor eficacia se observa cuando el tratamiento se inicia dentro de las primeras 48 horas desde el comienzo de los síntomas. No obstante, estudios recientes demostraron que también puede generar beneficios cuando se administra de manera más tardía en cuadros graves o de evolución progresiva.

El BEN remarcó que en pacientes ambulatorios con alto riesgo, el uso del antiviral se asocia con una reducción del tiempo de enfermedad y de las complicaciones, mientras que en personas hospitalizadas se registró una disminución de la duración de la internación y del riesgo de muerte, sobre todo con inicio temprano del tratamiento.

Casos confirmados y vigilancia genómica

De acuerdo a un informe publicado por el sitio Infobae, la influenza A H3N2 es uno de los virus que más impacto genera durante las epidemias estacionales y se caracteriza por su alta capacidad de mutación. En este caso, el subclado K -identificado como J.2.4.1- mostró una rápida expansión a nivel global desde agosto de 2025 y ya fue detectado en más de 30 países.

Detectaron en el país tres casos de gripe A H3N2 subclado K, una variante de mayor transmisibilidad

En el país, la secuenciación genómica realizada por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI-ANLIS Malbrán) permitió confirmar tres casos: dos adolescentes de 13 y 15 años en la provincia de Santa Cruz, uno de ellos con coinfección por SARS-CoV-2, y un niño de 5 años internado en la Ciudad de Buenos Aires.

Si bien hasta el momento no se observó un incremento significativo de internaciones en terapia intensiva ni de la mortalidad, los especialistas advierten que las temporadas dominadas por H3N2 suelen tener mayor impacto sanitario, especialmente en adultos mayores y personas con patologías crónicas.

Síntomas y formas de transmisión

La infección por influenza H3N2 suele manifestarse de manera abrupta, con fiebre alta, escalofríos, dolores musculares intensos, dolor de cabeza persistente y un marcado agotamiento físico. A estos síntomas se suman tos seca, dolor de garganta y congestión nasal, y en algunos casos -sobre todo en niños y adultos mayores- pueden aparecer vómitos o diarrea.

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El virus se transmite principalmente a través de gotitas respiratorias al toser, estornudar o hablar, así como por el contacto con superficies contaminadas. Esta dinámica favorece una rápida propagación en espacios cerrados como escuelas, hospitales y lugares de trabajo.

Uso responsable del antiviral

Las autoridades sanitarias insistieron en que el oseltamivir no debe utilizarse de manera indiscriminada. El consumo sin indicación médica puede favorecer la aparición de cepas resistentes, lo que comprometería su eficacia futura. En ese sentido, el BEN informó que durante 2024 no se detectó un aumento de resistencia al fármaco en los virus circulantes en Argentina, un dato considerado alentador.

Vacunación y prevención

La vacunación anual contra la influenza sigue siendo la principal herramienta de prevención. Si bien no siempre evita la infección, reduce de forma significativa el riesgo de cuadros graves, hospitalizaciones y fallecimientos.

Los grupos de riesgo incluyen a personas con enfermedades respiratorias o cardíacas crónicas, diabetes, obesidad mórbida, insuficiencia renal, enfermedades oncológicas, trasplantes y sistemas inmunológicos debilitados, entre otros.

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Además, los especialistas recomiendan mantener medidas básicas de cuidado, como el lavado frecuente de manos, la ventilación de ambientes, el uso de pañuelos descartables, evitar el contacto cercano con personas con síntomas y no automedicarse ante la sospecha de gripe.